El tráfico de influencias es cuando una persona usa su cargo, su poder o sus contactos con autoridades para conseguir un beneficio indebido, ya sea para sí misma o para otra persona. No importa si la influencia es real o solo fingida, lo ilegal es aprovechar esa posición para obtener favores o ventajas que no corresponden. Este delito está regulado en el Código Penal del Perú, específicamente en el Libro Segundo, Título XVIII, Delitos contra la Administración Pública, artículo 400.
ARTICULO 400. TRÁFICO DE INFLUENCIAS
El que, invocando o teniendo influencias reales o simuladas, recibe, hace dar o prometer para sí o para un tercero, donativo o promesa o cualquier otra ventaja o beneficio con el ofrecimiento de interceder ante un funcionario o servidor público que ha de conocer, esté conociendo o haya conocido un caso judicial o administrativo, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años; inhabilitación, según corresponda, conforme a los incisos 2, 3, 4 y 8 del artículo 36; y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa. Si el agente es un funcionario o servidor público, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años; inhabilitación, según corresponda, conforme a los incisos 1, 2 y 8 del artículo 36; y, con trescientos sesenta y cinco a setecientos treinta días-multa.
1 comentario en «Tráfico de influencias»